A Dafne Cejas le están pintando las uñas cuando detiene la mirada al techo para convocar algunos recuerdos sueltos de su infancia. No tiene intención de llamar la atención, pero inevitablemente lo consigue. De todos modos, comienza con una sonrisa, antes de aclarar que en esos tiempos nada fue más placentero que jugar en el barro. Al continuar, dice que de pequeña solía apasionarse por todo: cantaba, bailaba, actuaba, aprendía música en el conservatorio y se tentaba de dibujar en cualquier papelito que se cruzara en su camino.
Antes de convertirse en una de las modelos argentinas con mayor proyección internacional, la ciudad de Villa María, en Córdoba, fue su lugar en el mundo, aunque solía obsesionarse con Italia y las historias que su bisabuela le contaba a la salida de la escuela. “Mis inicios en la moda fueron un tanto acelerados. Al principio no divisaba la dimensión del asunto. Me encuentra una agencia de Buenos Aires en el Cosquín Rock y al cabo de un par de meses me veía en un vuelo rumbo a Nueva York, donde estaba esperándome otra agencia”, rememora Dafne.
Y así fue como, sin haber modelado antes en su propio país, sin haber hecho más que su primera toma fotográfica con su amigo Javier Flores Leyes, el mismo a cargo de esta producción, se encontró frente a frente con los más prestigiosos diseñadores y editores del mundo de la moda.
“Todos esperando ver a la ‘chica nueva de Argentina’. Pasaron tres días de mi llegada y realicé mi primer editorial para Italian Vogue, nada más ni nada menos que con Steven Klein”, recuerda. Pero la sorpresa llegó a los pocos días, cuando recibió un llamado en el que le indicaban que no se presentaría más a castings, ya que a partir de ese momento tenía exclusividad con Ricardo Tisci, el director creativo de Givenchy. Desde entonces, pasaron sus jornadas de espera para el gran debut en pasarela, a la vez que realizaba editoriales para Vogue París a través del lente de la dupla Mert&Marcus.
Aquí y ahora
Dafne ya no tiene un lugar fijo. Sin embargo, cuando piensa en lo más maravilloso de su presente, señala que el conocer gente constantemente, visitar lugares y vivir en ciudades increíbles -cada una con su ritmo- la desvelan. Pero aclara que extrañar a sus seres queridos es algo que también entra en lo fabuloso de su nueva vida, porque a pesar de la distancia se siente entre nosotros. “Con el paso del tiempo mis proyectos y mi vida estructurada pasaron a ser un poco más flexibles. Actualmente agarrar mi valija e irme de viaje por trabajo es un placer, lo hago sin pensarlo demasiado”.
Antes de terminar la sesión, al preguntarle en dónde pone su fe, Dafne responde con naturalidad: “Creo en Dios, pero mi idea de él no tiene dogmas religiosos ni límites, mi vínculo con él es inmenso. También creo en mí, y que puedo lograr todo lo que desee. Tal vez ese sí sea mi dogma”.
Qué universos conviven dentro tuyo… Me permito todos. Un libro que no podés dejar de citar…Rayuela. Una película que no podés dejar de ver…Diario de una pasión. Un disco que no te cansás de escuchar…My head is an animal – Of Monsters and men. Un artista plástico…Basquiat. El diseñador argentino que te desvela… Marcelo Giacobbe. Disfrutás… las charlas y un rico vino o la naturaleza. En 2034 te imaginás…trabajando a full, casada, hijos quizás. Cada tanto intuís…todo el tiempo intuyo y acierto. Moda es… subjetividad. Y te lleva a…expresarte.
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Estilismo: Mel Bacaloni
Asistente de estilismo: Pam Buffa
Asistente de fotografía: Lagash fotografía
Retoque digital: Jimena Kley
Pelo: Diego Guerrero
Maquillaje: Damián Puche con productos Givenchy
Video: Jenny Flores Mutigliengo para Boo!
Back: Rebeca Palavecino
Producción AY MAG: Gime Guzmán – Sergio Barrionuevo
Diseños exclusivos de la marca Transeúnte a cargo de la diseñadora Lula Rojas
Zapatos: Lázaro Cuero
Agradecimientos: Interplaza Hotel (www.interplazahotel.com.ar), Claudio Baudino, Nacho Cerutti, Evangelina Cerutti, Alfredo Gosso.
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