Excesiva, estridente, invasiva: Sofia Torres Kosiba.

Home Arte y Diseño Excesiva, estridente, invasiva: Sofia Torres Kosiba.

Por: Cecilia Rumie Vittar
Entrevista a Sofía Torres Kosiba

“Dónde quieras que estés mi voz se escuchará”, a los gritos y con guitarra de fondo, comenzó la performance de Sofía Torres Kosiba en la inauguración de su muestra en el Museo Emilio Caraffa.

Ya desde las escaleras del museo, el espectador se sorprende por esta especie de anti música que busca romper con lo establecido. Y es que eso caracteriza al trabajo de la artista que este año fue elegida en el marco de Vórtice, el programa de promoción de artistas cordobeses seleccionado por el Programa Federal para las Artes.

“Y si pudiera… lo invadiría todo” es una continuación de su obra anterior y busca una constante interacción y feedback con el otro, el que mira, el que interpreta.

Tu muestra en el Caraffa inició con una performance. ¿Qué significó en el marco de la obra?,

La performance en relación a esta muestra y a mi obrar actual tiene que ver con una necesidad de estar directamente en conexión a los demás. Es la parte en donde yo me ofrezco. Doy y recibo. El cantar es una excusa y a la vez un trabajo de exploración con los mensajes culturales que anidan en la memoria popular. Y cantar sin ser cantante es parte de la idea de salir de las etiquetas y los lugares seguros. Pasar de la escultura a la performance me ha traído vitalidad y versatilidad en mi obrar.

Tu obra involucró a otras personas en el taller de costura, ¿cómo fue la experiencia? ¿Cómo es este trabajo compartido?

El trabajo colaborativo fue y es algo de gran contenido político. Tomar los espacios que parecen dormidos y llenarlos de risas, movimiento, charlas y encuentros. Para mí estos son los momentos reales donde se pone el cuerpo y las ganas. La compañía y la diversión son naturales. Tenemos una tendencia a formar pequeñas elites de arte, mini sectas y eso es algo que intento romper en mis propuestas. Me preocupan y me aburren esas prácticas que aplastan nuestro contexto.

¿Cuál es tu búsqueda conceptual?

En la instalación hay algo que entrampa un poco. Los colores, la abundancia, la música  y el desborde de las esculturas te invitan a entrar y a ser parte de un clima que en cierto momento es asfixiante y hasta podría decir molesto. Es excesivo y estridente quizás. Invasivo. Esta sala es un desafío y es un lugar alternativo donde todo parece complicarse. Contradictoriamente, eso me llenó de entusiasmo y contar con la experiencia y la energía inagotable de Daniel Fischer como curador ha sido un factor clave para este montaje complejo y novedoso.

¿Cómo trabajás el humor?

En general mi obra nace de la decepción, de lo que no he podido lograr y el humor es el mecanismo de transformación y al mismo tiempo el que refuerza ese desencanto. Me hago cargo de esto desde muy niña. Soy una persona desubicada que de todas formas insiste. Por eso  todo está nutrido de este humor entre grotesco, obsceno, extraño e incómodo. El humor es casi el eje de todo el accionar y a la vez no tendría sentido si no reforzará lo horrendo y deprimente. Una contradicción que está siempre presente. Lo nuevo y lo viejo. Lo institucional y lo punk. Lo bizarro y lo impecable. La armonía y el caos. Lo bello y lo monstruoso. Lo artesanal y lo conceptual. Las puntas de un mismo ovillo. El humor hace que la vida sea soportable.

 

Agradecimiento

A esta sala 4 del Museo Caraffa que me permite invadirla, al genio de Daniel Fischer el curador de la muestra, a las palabras hermosas y profundas de los textos de Graciela Taquini y Fabhio Di Camozzi, a mis compañeros de Vórtice, a Paco Giménez que me brindo su concejo y apoyo para la performance, al equipo de producción y a todas las manos y los cuerpos que se acercaron. Sin las personas no hay arte.

 

La obra podrá visitarse hasta el 12 de mayo en el Museo Caraffa. 

Sofía Torres Kosiba – «Y si pudiera (…); lo invadiría todo. Teaser from DETONA on Vimeo.
«Producción de Detona Cultura«

Leave a Reply

Your email address will not be published.