Por Flor Quiroga
220 Cultura Contemporánea celebra sus dos años con ‘Románticos’, una muestra colectiva que reúne el trabajo de artistas de la escena local quienes, fieles a los ideales propios del Romanticismo, proponen una recuperación de la individualidad, del yo en su constante búsqueda de libertad en un intento por transgredir las limitaciones del academicismo.
La temática que actúa como disparador de la exposición gira en torno al amor y a lo nostálgico. Se trata de romper las reglas experimentando con los objetos, poniendo en juego su carácter dual, su posibilidad de manifestarse o transformarse en una obra de arte, entrando en juego la dimensión creadora del artista.
Existe una prioridad de los sentimientos por sobre la racionalidad, revalorizando al individuo en su relación consigo mismo y lo más natural de su existencia. Lo artístico se presenta desprovisto de cualquier intento de perfección, tal y como se observa en las obras de Damián Santa Cruz y Marisol San Jorge. Por su parte, la instalación de Ciro del Barco consta de dos pantallas suspendidas en medio de una oscuridad impenetrable, generando algo de incierto e inesperado a medida que se avanza a tientas. Todo es misterio. No hay certezas.
La propuesta de Victoria Liguori pone en discusión dualismos tales como cultura/sociedad o natural/salvaje en una crítica incisiva a los convencionalismos. A través de la dinámica generada por el par ‘on/off’, cuestiona la manera en la que se activan y desactivan distintos mecanismos sociales que ocultan lo más prístino de la naturaleza humana en un intento por posibilitar el intercambio social, habilitando la tensión entre lo que quisiéramos ser y lo que realmente somos y/o podemos ser.
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ph: Agus Carri para 220
En el cosmos de José Quinteros, el color es quien crea manifestándose en distintos estados. Un universo en el que todo pareciera ser color de rosas, pero cuya perfección se diluye en el sostenimiento inútil de las apariencias. Lael Ser Vicentro y Las Hijas de Israel proponen una vuelta al pasado a través de la puesta en diálogo entre lo útil y lo inútil. Se trata de poner en juego la versatilidad del objeto: su carácter de útil vs. su posibilidad de convertirse en una obra de arte. Eva Finquelstein plantea la inestabilidad de nuestro tiempo y la incertidumbre de la que somos partícipes cada día.
La propuesta curatorial de Raúl Flores y Catalina Urtubey, en consonancia con el espacio dispuesto para el montaje, crea una atmósfera de complicidad entre obra y espectador, una sensación ambivalente entre la soledad que lo embarga y la identificación que se genera en su encuentro con una serie de elementos que lo vinculan con un pasado y un presente que les resulta, por momentos, ajenos y distantes. Precisamente es en esto último en donde se revela lo nostálgico. Estos artistas, transgresores de lo dado, proponen un nuevo discurso unidos por una imperiosa búsqueda de libertad. Una muestra que invita a repensar el concepto de arte y sus infinitas posibilidades.
La muestra puede visitarse de Martes a Domingo de 16 a 21 Hs / Del 19 de Agosto al 9 de Octubre
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