Un tipo como Noel Gallagher no necesita presentaciones, sólo basta con decir que fue él junto a su hermano Liam, quién lideró la famosísima y súper influyente banda de brit-pop Oasis, para saber quién fue y qué es lo que hace. Después de la separación de la banda en 2009, Noel se lanzó en un nuevo proyecto solista que derivó en la formación de la “Noel Gallagher’s High Flying Birds” que se presentó el último sábado en el Estadio Orfeo con nuevo disco: allá fui. Las puertas del estadio se abrieron a las 20hs. dándole paso a las bandas teloneras: la local Enhola y la porteña Airbag, encargadas de encender al público durante hora y media.
Fiel al mito que dice que la puntualidad es inglesa y cuando sólo pasaban unos minutos de las 21.30 hizo su aparición Gallagher. El set-list arrancó con dos canciones de Oasis: “(It’sgood) To be free” y “Mucky Fingers” seguidas por “Everybody is on the run” y “Dreamon”, ambas pertenecientes a su disco solista. Cuando los acordes ya sonaban para darle paso al set compuesto por “If I had a gun”, “The good rebel” y “The death of you and me”, Noel se animó a darle la bienvenida a su público diciendo “buenas noches Córdoba, gracias por venir a vernos”. Las canciones que siguieron sonando pertenecían a su disco solista y fueron inmensamente cantadas por un público que abarcaba todas las edades.
Para los fanáticos de Oasis, Noel entonó en versión acústica “Supersonic”, luego del que siguieron canciones como “What a life” y “Record Machine” de su nuevo trabajo.
La dedicación al público femenino vino de la mano de los temas “Talk Tonight” y “Broken Arrow”, canciones que hicieron latir con un ritmo súper acelerado el corazón de más de una, incluyendo el mío.
Antes del fin, Noel deleitó a los fanáticos con exquisitas versiones de “Whatever”, “Little by Little” y “Don´t look back in Anger”, diciéndonos que el espíritu Oasis sigue vivo en sus canciones. Este set hizo vibrar a un Orfeo que al final de la noche se fue con una multiplicidad de sensaciones encendidas, con el gusto propio de haber podido ver arriba de un escenario cordobés a un monstruo como Noel Gallagher, y con la certeza de saber que el espíritu del brit-pop sigue teniendo un fiel representante de su lado.
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