Automac es la publicación estreno de la nueva editorial Drive. El libro reúne diez relatos que describen la aventura acomodada de dos jóvenes de clase media alta que intentan descifrar, sin animarse a tomar grandes decisiones, el pase a la vida adulta. En español y en inglés, comienza con los textos de Juana Isola (25) y sigue con Mateo Mórtola (24), ambos con la impronta espontánea y fresca de quién crece al ritmo de las publicidades e internet, lo cual resulta en una lectura ágil y atractiva.
Diseño de tapa por Anabella Cartollano.
“Las marcas son parte de nuestro lenguaje y han desarrollado una identidad tan fuerte que se transformaron en acciones contundentes”
Entrevista a los autores de Automac, Juana Isola y Mateo Mórtola:
¿Por qué Automac? Juana: El nombre automac tiene que ver con fuimos educados con la televisión, nos gusta todo lo rápido y fácil, nos encanta todo lo que es rápido y fácil. Más específicamente el automac del título sería uno de esos de las cinco de la mañana, un horario para los derrotados, dónde te encontrás una vez más con la verdad de que no existe una fiesta tan genial ni un futuro flamante para nosotros pero podemos seguir disfrutando de algunas cosas como la chatarra americana y sus precios competentes.
Mateo: En una de las primeras juntadas que tuvimos pensamos en la idea de la literatura de bajón, la literatura de las 4 de la mañana, leer un relato como te comés un cuarto de libra con queso; además son textos que, de algún modo, también se produjeron de esa forma. Que se escribieron en madrugadas con 25 pestañas abiertas en el chrome, leyendo o viendo o escuchando, o todo a la vez, distintos discursos que circulan rapídisimo y agarrás lo que podés y te quedás con lo que te llegó de un modo especial, lo que te dio el subidón de adrenalina o de empatía más grande.
¿Qué tienen en especial las voces de zona norte? Juana: Por más que nos hagamos los malos todos podríamos haber salido curas.
Mateo: Creo que a la gente de zona norte nos cuesta un poco disfrutar. Tendemos a creer que la verdadera fiesta está en otro lado al que no pertenecemos. Me parece que esa incomodidad, que en definitiva es una incomodidad con uno mismo, se siente bastante en las voces de zona norte.
¿Juana, en qué se distingue Mateo? ¿Mateo, qué es lo que caracteriza a Juana? Juana: Mateo es muy observador y crítico sin ser despiadado, al contrario, consciente de que hacemos lo que podemos. Es capaz de ser un varón sensible que piensa mucho y sufre un poco aún en los escenarios más festivos como fiestas y viajes de amigos. Hace un uso genial de las pequeñas costumbres y objetos que en nuestra cotidianidad pasan desapercibidos, cargandolos de sentido, haciéndonos reir un poco y otro poco sentir miserables.
Mateo: Juana tiene las palabras y las frases justas para describir sentimientos contradictorios, como la fascinación y la desconfianza hacia el padre de una amiga que da charlas de autosuperación. Juega, también, con la tensión entre las verdades establecidas y las verdades propias, como en «Camperas de cuero», cuando dice «quise dar una mirada adulta: el peligro es la plata fácil, de la plata fácil no hay vuelta atrás». Las revelaciones se le aparecen en trivialidades: mientras su papá le pega a la pelota de tenis, en la fila del farmacity, tomando isenbeck en la línea D. Juana sabe, por esto, que las trivialidades nunca son tal cosa: sabe que en esas observaciones azarosas o en esas escenas tan cotidianas que parecen irrelevantes se esconden significados profundos y les da una forma hermosa.
¿Cómo fue el proceso? Juana: Desde el primer momento el proyecto nos resultó atractivo: textos en primera persona, cortos, con protagonistas jóvenes conectados a internet, buscando la realización personal en diferentes lugares. A partir de eso, cada uno se largó a escribir por su parte y de eso se hizo una selección, de los que más nos gustaron y los que formaban una buena unidad entre ellos. Nos reuníamos en la casa del editor con nuestros archivos de word impresos a leer en voz alta, marcar y corregir. A medida que avanzamos, fue más fácil ordenar las textos, ver qué cosas faltaban y sobraban, dado que el libro fue tomando una identidad.
Mateo: Con Juana y Santi (el editor) tenemos una forma de sentir muy parecida, así que el proyecto surgió como algo natural, casi como una necesidad. En mi caso no tenía nada publicado y había muchos textos que iban en la senda Automac, textos ya armados pero que corregimos bastante con Santi. Y el día que nos juntamos los tres y leímos todo fluyó realmente bien.
En el libro se mencionan muchas marcas, incluso el título, ¿fue algo buscado? Juana: Es cierto que hay muchas marcas: Farmacity, Coca-cola, Dia%… Creo que corresponde a la época en que vivimos, las marcas son parte de nuestro lenguaje y han desarrollado una identidad tan fuerte que se transformaron en acciones contundentes. Todo el tiempo nos organizamos tratando de vincular con marcas que nos hagan sentir mejor. No es lo mismo estar sentado solo en la terraza tomando una Sprite que una Quatro Pomelo. Siendo sincera creo que lo hicimos porque es inevitable.
Mateo: No creo que haya sido algo buscado, es algo que simplemente se da. Los consumos nos afectan directamente y estar atentos a eso es parte de la observación necesaria para escribir. Facebook y Subway hacen más por mi vida de todos los días que cualquier candidato presidencial. De la oposición Coca – Pepsi surgen dos sistemas de preferencias que hablan de uno tanto como el trabajo que realizás o la carrera que estudias.
¿A quién le recomiendan Automac? Juana: Un libro para toda la familia.
Mateo: Automac es un libro para todos los que quieran perdonar.
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