A una sola sala y con la grila más descomprimida que la edición pasada, AY MAG desembarcó directo en el Pabellón Amarillo de La Rural del 26 de febrero al 1 de marzo. Buenos Aires Fashion Week otoño-invierno 2013 mantuvo el charme y pudimos disfrutar -aunque con ciertas ausencias- de los diseñadores más importantes del país.
Así y todo, lo motivos de unión nos impulsan, junto a la fotógrafa Camila Quillay, a capturar la esencia de lo que pasó y empaparnos de pura intensidad fashionista.
El día uno arrancó con una performance de Jazmin Chebar by citi women. Seguido de Visentini, Muaa by Pablo Ramírez, Mariana Dappiano, Prune y para el cierre Hermanos Estebecorena. Acá van nuestros favoritos:
Visentini: presentó Ciclotimia, una colección que pretende reflejar la constante inestabilidad del contexto social. Los cambios súbitos, profundos y violentos de fluctuantes circunstancias. Desde ese lugar, la marca mostró una exageración neta entre opuestos y contradicciones: combina texturas, shantung, tafeta, bouclé italiano, chenil y gasa de seda natural en diversos colores y estampados.
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Hermanos Estebecorena: el momento de los muchachos cerró el primer día. HE continuó con sus debilidad por la sastrería, indumentaria deportiva y su especial interés por la prendas militares. Lo nuevo es la línes de accesorios en bolsos de tela y cuero. Lo último de ropa interior amplia la propuesta underwear.
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Mariana Dappiano: la diseñadora de la gran sonrisa nos propuso Refractando, los fractales en sus variaciones abstractas y los encontrados en la naturaleza. Bajo la música bohemia envuelve una silueta suelta y cómoda. Domina casi perfectamente la superposición de prendas y las camisolas, babuchas, blusas en diseños textiles y mix de materiales lo comunican todo.
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Muaa by Pablo Ramírez: una nueva apuesta de la marca adolescente Muaa se proyecta a través del diseñador Pablo Ramírez donde realizó una colección cápsula respetando su usual blanco y negro para luego abarcar toda la paleta de colores. Así, remite a la juventud de fines de los 50 y comienzos de los 60. La estética surge del cine y la silueta contiene nuevas proporciones y, como era de esperar, impecable confección.
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