Javier Saiach llega a las sierras cordobesas para presentar un desfile exclusivo en el Valle de Calamuchita. Más precisamente en Villa General Belgrano, lugar que elige por su conexión con la naturaleza y la buena gastronomía, y la excusa perfecta para celebrar los 40 años de la A.H.A.B. (Asociación Hotelera Gastronómica de Calamuchita). En el Hotel Altos de Belgrano, un día antes de la entrega de los Martín Fierro en el que Mariana Fabiani vestiría sus diseños y a una hora dar inicio a la pasarela en Córdoba, Javier propone un lugar más cómodo para poder conversar.
El diseñador asegura tener un trabajo diario extraordinario. Se considera a sí mismo como un antidiseñador, ya que no cree en el protagonismo del personaje sino en el amor por lo que uno hace, demostrado en el trabajo. Mientras que su mayor deseo es provocar un sentimiento, guste o no guste.
“La casa Saiach se especializa en convertir sus género en únicos, tenemos bordados de hilos de seda a mano, encordonados, plizados, drapeados, bordados en piedra.” En el caso de los desfiles se lo toma muy en serio: mannequins de la altura indicada, entre 12 y 8 minutos de pasarela, con música propia. “Mi sueño real es no quedarme en la argentina sino que trascender fronteras. De a poco la marca se va volviendo internacional”.
Tu manifiesto se llama… feminidad
La distinción es… ser fiel a uno mismo
¿Antes de las estructuras que hay en vos? Brotes de inspiración, mucho trabajo continuo de observación y un searching constante de lo que es la vida misma: colores, paisajes. Me inspiro más en el día a día que en las colecciones de los grande diseñadores europeos.
¿Cómo sos cuando sos más objetivo? Insoportable, un poco workaholic. Debo ordenar eso tan impuesto en el trabajo, porque no puedo manejar todo. Hay cosas que dependen de las pasadas de las modelos, si se rompió el taco, el sonido, si hace calor en el lugar, etc. Aquellas cosas que también hacen a la percepción de la colección. Intento que salga lo más cerca a lo excelente.
¿Cómo se traduce tu subjetividad al diseño? Como persona en lo complejo. Yo soy como mis prendas, un poco de esto y de lo otro, el total look es lo que soy yo. Un poco de romanticismo, feminidad, masculinidad, fuerza. La marca apunta a una mujer que no quiere dejar de ser mirada. Quiere ser el centro de las miradas.
¿Qué te preocupa? La extrema delgadez y en lo que nos convertimos con el Instagram, el valor de la imagen está muy descontextualizado. Cuando vas a la persona no tiene para ofrecerte lo mismo que muestra.
¿Qué habitos se te hicieron cuerpo? La disciplina, la tengo en algunas cosas y en otras no. Tengo el hábito de jugar visualmente a las muñecas con toda la gente en todos los lugares: le pondría esto, cambiaría esto. Reforcé mi fe y piso tierra.
¿Qué es lo natural en vos? La incondicionalidad. Me brindo al 100% sabiendo que algo puede fallar. Saco lo mejor.
Tu frase… “Soy el dueño de las estrellas porque soy el primero que soñó en tenerlas”
¿De qué color es tu universo, qué textura tiene y qué música suena? Entre blanco y dorado, colores que me dan mucha paz. La textura sería un charmeuse de seda natural, como un satén pesado con cuerpo. Música no podría sonar una sola, deberían sonar todas.
¿El centro o el margen? El centro, aunque me gusta el margen
Hay que habituarse a… ser feliz. Y deshabituarse… a criticar tanto
Los seres humanos deberían ponerse de acuerdo para… vivir en paz
La sociedad debe vestirse de… amor
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