Algunos años atrás, que en realidad parecen muchos más de los que indica el calendario, la palabra “pop” no estaba bien vista para acompañar el vocablo “música”, tanto a nivel nacional como en la escena cordobesa. Por aquel tiempo, parecía que hacer música “pop” equivalía a algo menor, tanto en su prestigio como en su técnica, y –de acuerdo a ciertos paladines del buen gusto– carecía de la autenticidad que gozaban otros estilos. Por suerte, esos prejuicios se fueron desvaneciendo de a poco. Hoy, Córdoba tiene una de las mejores propuestas dentro del género, gracias al trabajo sostenido de artistas y gestores que han demostrado que hacer música pop puede ser tan genuino y estimulante como tener un grupo de folklore tradicional.
En esto mucho ha tenido que ver un sello como Discos del Bosque, que desde hace casi dos años edita trabajos de un alto nivel artístico, acompañados de una producción acorde, y desde Villa María. Un poco de eso hablé el otro día en el #AltoFest, al que fui generosamente invitado por los chicos de DDB, además de apuntar otros buenos momentos en la música de Córdoba. Fue en una mesa de la que también participó Humphrey Inzillo, de la revista Rolling Stone, que concentró su disertación en la identidad musical (a través del interesante concepto del regionalismo crítico, deudor de las vanguardias latinoamericanas de comienzos del siglo pasado) y también en la forma en que se pueden dar a conocer los artistas hoy en día.
Fotos Iván Pierotti [nggallery id=425]Se armó un debate interesante, incluidos algunos reproches hacia los críticos de música, algo que siempre es bienvenido y necesario, porque no tiene sentido ubicarse en una torre de marfil al momento de reseñar discos o shows, de la misma forma en que no aporta demasiado ser pasivos, complacientes o desapasionados cuando escribimos sobre música.
La sede del #Altofest fue el Centro Cultural Leonardo Favio, un espacio muy cómodo para las propuestas que tuvo el festival: una feria de discos en la que participaron varios sellos, charlas sobre Internet, videoclips y prensa, y shows en vivo. La jornada del sábado, la que me tocó participar, contó con las actuaciones de Cristóbal (un show breve pero genial, un pop elegante que remite tanto al Spinetta de ‘Pelusón of Milk’ como a los propios Hipnótica), Francisca y los Exploradores (en una versión acústica y distendida, con los ‘Juanes’ –Ingaramo y Gavioli– como laderos), Juan Ingaramo (que estrenó una banda nueva que se la banca un paquetazo) y De La Rivera, el espectáculo ideal para cerrar tamaño festival y que tuvo participación de Pablo Cordero, otro músico pop talentoso de acá que también formó parte de la organización.
Ya lo dice una canción de los Rayos Láser: ‘una noche con amigos vale más que el oro’, un sentimiento que quedó plasmado en la foto final, con casi todos los involucrados celebrando un momento feliz, tanto para Discos del Bosque como para la música de Córdoba.
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