Una tabla de skate, una reflex, una lata de pintura, una cassetera, gafas, son algunos de sus juguetes de grande. «Así también tacos y restos de madera de obra mis juguetes de chico», dice Laureano Solís acerca de Culto, que se presenta en Kosovo Gallery dentro de la muestra Comité.
¿Qué proponés en Culto? Toda mi obra proviene del juego. Las instalaciones interactivas buscan que la gente se pongan en contacto con ese lado, y éstas que son analógicas, son en parte objetos que consumimos. Los juguetes que elegimos de grandes.
¿Cómo fue el proceso? La madera siempre estuvo presente, de chico estuvimos en casa mucho tiempo en obra visitando carpinterías, jugando en casa en construcción .. y ahí empezó todo jaja. Luego tuve carpientería en la escuela, a los 13 años, pero sólo un par de meses hasta que volví a conectar este año.
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