Los jueves a la tarde, son jueves de inauguración. Y el Genaro Pérez, uno de los museos más lindos de la ciudad. Allí el arte fluye de las paredes. No sólo de sus expositores, sino de su arquitectura. Los pisos de madera, los techos decorados, los vitrales y el magnífico patio le hacen honor a cualquier muestra.
El jueves pasado abrió sus puertas con arte para todos los gustos. Los modernos de los 40, 50, de la mano de pintores reconocidos como Cerrito y Pedone; los collages de la serie Todas ellas, de Claudia Perrota; la muestra multidisciplinaria Multitud, de Federico Schüle; la instalación de Catalina Urtubey, Luz Novara y Agustina Palazzo y la multimedial de Diego Arrascaeta y Andrés Senn.
La gente parecía agolparse como en una tienda para observar todo. Los pasillos de arriba explotaban y la sensación de alegría en los visitantes y los artistas se hacían notar. La planta baja era el lugar de los mayores. Con los clásicos de la década del 40 y el 50. Allí se podían apreciar obras de la colección permanente del museo de Cerrito, Soneira, Spilimbergo, y nos dejaba conocer un poco más sobre los inicios del arte cordobés. Subiendo las escaleras, se llegaba a las muestras Vuelta a nombrar, de la serie Todas ellas que sorprendía con sus grandes collages donde la mujer es la protagonista. Papeles de diarios, moldes de corte y pintura otorgan a estas grandes obras una estética sorprendente. A veces alegre, a veces crítica y lúgubre. La obra homenajea a mujeres de distintas épocas que se abrieron camino en la lucha contra las injusticias y las desigualdades, como María Elena Walsh o Rigoberta Menchú.
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Fotos gentileza de Bitácora de Vuelo
Dejando el ala social se llegaba a la instalación Relativo, más cercana a lo audiovisual. En algo que simula un consultorio oftalmológico, la conformación de letras y luces hablan por sí solas. Del minimalismo se pasa a Multitud, la exhibición que hace un juego de contrastes en otra de las salas. Con multitud de obras en carbonillas sobre papel de embalaje industrial, tinta sobre tela, talla sobre madera y terracotas. Finalmente, un pasillo oscuro conduce a Desamparo, la muestra multimedial. Allí, con luces que suben y bajan, un hombre nos mira sobre una tela. La proyección cambia de acuerdo a nuestra interacción. Transmite eso: el desamparo, el sobrecogimiento e invita al espectador a dialogar con la obra y consigo mismo.
Ya vimos todo y nos quedamos con ganas de contar con más detenimiento para el deleite y la reflexión. No faltará oportunidad, aún quedan muchos días. La muestra permanecerá abierta durante todo Julio con arte para todos.
+info:: Museo Genaro Pérez – Av. Gral Paz 33 – De martes a domingos y feriados de 10 a 20 horas.
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