Fotografía en el Dionisi: la travesura de lo fugaz

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Por Ceci Rumie Vittar

El Museo Dionisi se reconvirtió y renació como un centro de exposición fotográfico. En ese marco hoy se pueden visitar las muestras de Anselmo Pérez, Paola Spaletti y Guillermo Franco: tres estilos diferentes para conmover al visitante.

Recorriendo el Palacio

Entrar al Dionisi es una experiencia única y bella. El palacete está perfectamente conservado y es una muestra de arte en sí mismo. Sus escaleras, sus vitroux y la imponente chimenea del primer piso, hablan de tiempos señoriales en la docta.

La primera exposición que puede apreciarse en las salas de la planta baja son la del Archivo Histórico y la de Anselmo Pérez, este último, reconocido artista de la ciudad. Con una serie que destaca las texturas y la iluminación, el fotógrafo encuentra en la simplicidad la belleza, con imágenes en las que se hace presente un estudio metódico de la luz.

Escaleras arriba está la multifacética obra de Paola Spaletti, que a través de distintos medios, interpela a la existencia del tiempo, el vacío, la ficción y la realidad.

Finalmente, la muestra de fotografía callejera de Guillermo Franco se lleva toda nuestra atención. El fotógrafo cordobés encierra en sus pequeñas piezas, la vida cotidiana de la ciudad desde un ángulo humorístico e irónico.

La fotografía callejera es una particular forma de conocer al mundo de forma espontánea y eso es lo que Franco nos muestra en su trabajo. Cada una de las tomas sorprende, nos interroga, nos interpela y nos saca una sonrisa o una reflexión.

Encuadre y oportunidad son la clave de este género y Franco las tiene en cuenta desde el 2009 cuando empezó con esta obsesión: con esta pasión que convirtió en parte de su trabajo.

“Allí mis pequeños ojos”, representa una serie de postales de gente y lugares de Córdoba. Pero sobre todo de situaciones, de recortes de realidad que hablan de sentires. Lo fugaz aparece para quedarse en cada una de ellas. Es el resultado de caminar sin rumbo aparente, pero caminar desde una observación tenaz e incansable.

Como lo define el curador Juan Travnik, esta selección “lo lleva a cristalizar en imágenes, fragmentos de la condición humana, retazos de existencia, recortes llenos de gracia, de sutileza y amor”

GUILLERMOFRANCO

 

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