La chica del pantano

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Atrevida. Colorida. Prolija. Aniñada. Colgada. Visual. Joven. Mi primer choque con Nuve Voladora fue en Tienda Fuencarral, un viernes cualquiera alrededor de las 19hs.

Había tenido algo así como un primer affaire minutos antes, cuando ingresé a su web y de repente me sacudieron diseños, colores vivos, texturas, personajes medio animados, más piel, dibujos raros, grafitis, pintura. En tres palabras: puro-arte-híbrido.

Ese día insignificante y cualquiera, terminó siendo el último día del mes de Agosto de 2012.Yo, totalmente embriagada por DJ Sanchéz y los tragos de Campari; mientras Elodía nos invitaba a ser parte de ese re-encuentro con objetos del pasado, reciclando memorias, fusionándolas con una serie de momentos vividos, colores recordados, olores inolvidables y lugares de su infancia. Sí, ese marco viejo (de su mamá) la encendió -como buena aymaguera que es- y así nació “Niñas del pantano“, título que engloba su pasado, su presente y su persona.

Empezando por los cuernos de arce, siguiendo por la pintada otoñal de la pared, cada marco invita a un recorrido visual exhaustivo, donde no sólo el trazo fino y pulcro sino la intensidad de cada uno de los colores, concluyen en un objeto único.

Ella muy suelta, yo muy tensa, el resultado fue una entrevista íntima donde alcancé a descubrir que en esa chica tatuadora, artista callejera, de mucho estilo, quedaba algo de esa pequeña infante y dulce Elodía.

Aquí y ahora, Nuve para AY MAG.

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¿Cómo laburas? ¿Qué te inspira? Bueno, casi todas mis inspiraciones son mi familia y las cosas cotidianas. Esta muestra justamente fue inspiración de mi casa porque todo empezó cuando encontré los marcos de los cuadros. Mi mamá los iba a tirar y yo le dije: “Noo, déjamelos a mí que yo los voy a usar“, así que gracias a esos marcos y otras cosas que encontré buscando, revolviendo cosas encontré unas cajas de té viejas que cuando era chica me encantaban,y bueno, me trajo un montón de recuerdos, de colores de cuando yo vivía en Cosquín, muchas cosas de la naturaleza y la casa de mi abuela. Si te pones a verla bien, la muestra tiene marcos antiguos, está todo decorado como si fuera en la naturaleza.

¿Y el nombre? Y chicas del pantano salió en realidad porque mi verdadero nombre, uno de todos los significados que tiene es mujer del pantano y como que en mi casa todos me dicen mi nombre verdadero, no me dicen Nuve. Fue darle pie a mi nombre, darle un poco más de fuerza.

O sea que todo esto que estás mostrando es nuevo… Sí, todo lo que esta acá lo cree para la muestra. Primero salió un dibujo y de ése salieron el resto de los dibujos. Todas cosas que fui encontrando en mi casa, mezclé todo y salió la muestra.

En lo que haces… están los tatuajes y ¿qué más? En realidad yo empecé en 2007 con grafitis en las calles -ya estaba en tercer año de la facu de arte- después me empecé a animar a hacer visuales. Y siempre dibujé y pinté, eso siempre. Ahora incursioné en el tatuaje que me pareció que era una buena  disciplina en la cual me puedo expresar. Es otro soporte totalmente diferente a lo que venía haciendo antes, es algo que es… (piensa la palabra justa) es más efímero. El grafiti es un momento y nada más, después podes intervenir, borrar, hacer lo que quieras y los dibujos también tienen un tiempo de vigencia; en cambio los tatuajes te duran para siempre, para toda la vida.

¿Y cómo te definirías? Ay no sé! Siempre todos me dicen: “Estilo muy Nuve”. Tiene que ver con el comic, el diseño grafico, mucho color siempre, muy aniñado pero siempre con un trasfondo medio oscuro.

En eso, ¿tiene algo que ver el tema de los ojos? Si, en realidad eso salió solo. Ahora me dan ganas de dibujarlas sin ojos. Es una época que me salen dibujarlas sin ojos, me parece que quedan mucho más lindas. Están en trance, están poseídas por el elemento (¿viste que cada una tiene un elemento arriba?), como que están compenetradas. Es como que las nenas no están ahí, lo más importante es el entorno, no las nenas en sí.

¿Y tenés personajes? Sí, antes me dibujaba mucho a mí. Al principio tenía unos monstruos dientones, gigantes. Esos tenían casi todos una personalidad. Ahora estoy haciendo nenas, la que más me gusta- que creo q voy a seguir haciendo- es la chica con las ramas en la cabeza que parecen cuernos de alce, de ciervo en realidad; pero son ramas.

¿Cómo derivas en ese “dibujo  final”? Siempre son imágenes, se te vienen de momentos, de situaciones. Por ejemplo el que dice: “Té como la abuelita”, yo cuando era chica, mi abuela siempre se juntaba a tomar el té. ¡Pero el té con la tetera, con todo, el té inglés! Entonces siempre que mi mamá me preguntaba que quería, yo le decía: “El té como la abuelita”, pero siempre. Y me quedó esa frase. Y mi mamá se re emocionó cuando la vio, y mi abuela también, vino a la muestra  y me dijo: “Ay, te acordas cuando decías así…“, y yo soy muy visual y me acuerdo de muchas cosas. Fijate que yo siempre uso  colores muy fuertes y en esta muestra use como colores más pasteles, si bien usé mucho color, usé colores más apastelados, más acuarela porque quería dar esa cosa de tiempo; que quería ver si todo fuera como un recuerdo de algo.Y viste que cuando uno recuerda, no recuerda con colores vivos, sino como difuso, como pasado.

TUS NIÑAS EMPANTANADAS:

–  A qué huelen? Torta recién horneada

–  A qué saben? Té de frutilla

– Qué ves cuando las ves? Hojas secas

Con qué sonido las identificas? Una brisa de otoño entre las hojas

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