«Neón, noche, ¿es por ahí?”
¿Dónde nos llevan las fotos que creemos conocer, de lugares que nunca visitamos?
La noche es el momento del día de quedarse quietos para algunos, o todo lo contrario para otros. Un lugar puede estar lleno, otro vacío. ¿Y las luces? ¿Están ahí para mostrarnos que hay lugares muertos que existen de noche, vacíos? ¿O son las luces las que invitan a llenar esos espacios de personas?
Cuando veo fotos de alguien que conozco, en lugares que nunca conocí, empiezo a pensar cosas. Yo estoy ahí también, de alguna manera, porque pienso. Pienso que me recuerdan a un cuadro de algún pintor americano del que nunca memorizo el nombre, pienso que puede ser la locación de una película o serie que tengo que ver, porque una amiga me la recomienda hace años.
Estoy parada y quieta, como debió estar ella al sacar las fotos, porque es de noche. Pero estoy parada y quieta sintiendo un lugar que nunca visité.
Texto de: Coti Verdicchio
Mariela Bobba es de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires. «A los 20 años me mudé a Capital Federal para estudiar y trabajar. A los 29 me fui a vivir a otro país. Y ahora con casi 33 volví a Buenos Aires sin ninguna certeza de hacia dónde voy, pero con ansías de descubrirlo».
¿Cómo te iniciaste en la fotografía? «En mi casa casi nunca se sacó fotos mientras fui chica, así que no entiendo mucho cómo llegó a mí la fotografía, pero para mi cumpleaños número 15 les pedí a mis papás una cámara en vez del festejo ,y con lo que pudieron ahorrar y darme, me compré una cámara digital de 3,2 megapíxeles. De ahí no paré de sacar fotos, y por suerte llegó la fotografía analógica a mi a través de una Holga 120CFN con la que experimenté y me divertí un montón».
¿Cuándo es un momento para sacar fotos? «Trato de estar observando todo lo que me rodea con atención continuamente, y a veces siento una pulsión que mezcla un poco de adrenalina, un brillo en los ojos y maravillarse; ahí es cuando digo quiero sacar esta foto».
¿Qué guía esta selección de fotos para AY MAG? «Está guiada por los momentos en que mejor me sentí fotografiando. También por la temática: la noche, el silencio, lo aislado. Tiene que ver con las veces que más libre y genuina me sentí con mis fotografías, cosas que me gustan mucho capturar y que quisiera retomar actualmente para profundizar».
¿Qué es lo más valioso de tu conexión con la fotografía? «Me ayuda a distenderme, es una vía de escape, puede hablar por mí. Y a la vez tiene la capacidad de concentrarme al 100% en un mundo donde actualmente todo es muy efímero y volátil. Es la relación más concreta que tengo».
