Era febrero de 2014 y el nombre de la chica nueva en la ciudad empezaba a sonar: Cintia Scotch había aparecido en la emergente escena musical cordobesa lista para incendiarte las emociones en menos de 5 minutos con un impetuoso EP en mano.
Rápido su nombre corrió entre los músicos y el inquieto público local quiso conocer la historia de esa chica que, en realidad, es la creación colectiva de 5 músicos cordobeses: Lucas Garzón, Pancho Valdés, Facundo Gentile, Federico Casanova y Berthex, que en algún incierto momento del 2012, decidieron darle vida en un bar de México.
Lucas y Pancho fueron los que iniciaron la travesía hasta tierras mexicanas para cantar en el bar de unos amigos en las arenas de Playa del Carmen. Juntos habían experimentado el formato dúo bajo el nombre Jacarandá y una serie de ‘canciones hippies’; pero la vida allá afuera los llevó a encontrarse con los miembros de Frutilla Camarosa, Franco Volta, Facundo, Federico y Berthex, banda de acordes experimentales cercanos al post punk. Juntos iniciaron la experiencia Cintia y todo lo que México les supo brindar: tocaron, se frustraron con alguna que otra banda mexicana que escucharon, vivieron la noche electrónica y coquetearon con ella, conocieron un productor que los llevó con todos los gastos incluidos al D.F. y los hizo entrar en un estudio de grabación para registrar sus canciones. Hasta acá todo divino, pero en algún momento de ese viaje tiró más la raíz y un vuelo barato de vuelta alcanzó para tenerlos de nuevo en casa.
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Foto: Federico Kenis
“Volvimos para volver a México en alguna otra ocasión, sentimos una especial atracción por contagiarnos de la escena local, experimentar un tiempo acá. En realidad no pensábamos quedarnos mucho tiempo. En México hay un mercado y muchos empresarios dispuestos a poner dinero en las bandas, entonces tenés un montón de productos que suenan en la radio”. ¿Por qué decidieron quedarse? “Porque vimos lo que estaba pasando. Nos encontramos con un ambiente que nos inspiró, con sellos que nos inspiran. Acá la banda que menos nos gusta también está buena. Hay mucha fineza en la cultura y los músicos en general tienen muy buen gusto, algo que es muy distinto en México, desde lo estético hasta lo artístico pasando por lo musical. Por eso aman a los argentinos, porque vos llegás con otro tipo de música”.
¿Hay diferencias en el público también? “Sí, allá son re fanáticos. Acá vas a ver una banda y siempre están todos muy pendientes de todo, si sos malo te dan rosca. Igual con todo el movimiento de músicos, ha cambiado un poco, se ha perdido esa crítica general de bardear por bardear. Hay más gente que sigue a las bandas y eso lo vemos, hay un público, de hecho nosotros llegamos no hace mucho y ya tenemos un público que nos sigue. Es chico, pero por eso es que también hay que tocar afuera de Córdoba… Eso o pegar un tema en la radio para el ama de casa”.
¿Y si los escucha un ama de casa? “Todo bien. El problema es que ese no es nuestro público objetivo, pero sentimos que nuestra música sí puede ser escuchada por cualquiera. La meta de Cintia es que sea popular pero que también sea interesante para otros músicos, que cuando nos escuchen puedan decir ‘que bien que laburan, que buenos arreglos’, pero también tiene que llegar fácil a un pibe de 16 años”
El punto en que convergen ambos personajes está ubicado en el alboroto por el laburo ya hecho. En dejar que las condiciones del contexto fluyan interceptando las ideas nacidas, viendo a dónde se llega. En la improvisación como musa creadora. En la riqueza artística e intelectual de cada una de las mentes que hoy forman Cintia Scotch. En todos los tipos de música que encienden esas mentes, desde Michael Jackson y el “pop groovero” hasta la música experimental más novedosa. Todo, todo eso que pasa en #lavidamisma influye en el camino estético que conduce a uno y otro público, dejando que ambos puedan encontrarse bailando un surf/pop en la canción Los Pájaros o ponerse terriblemente melosos con Darte todo.
En esos extremos, ¿dónde queda el indicador del éxito? “La palabra éxito es como medio rara. Pero saber que le llegaste a alguien, que hay personas con ganas de escucharte o estar en el celular de alguien, que tu música se comparta… esas son formas de éxito o tener un disco del que podamos sentirnos 100% orgullosos” Igual eso no es todo: “el éxito es tener un lugar en el mainstream y no cagarla” retruca Lucas cuando ya todos en la mesa están esperando la próxima pregunta. “No cagarla sería pegarla con el primer disco, pero que el segundo esté mortal también, que esté mejor que el primero. Que ese éxito pueda continuar de alguna manera”.
El futuro de Cintia Scotch se vislumbra en Córdoba con intensidad: varias fechas, la filmación del primer video oficial de la banda, el lanzamiento de al menos tres singles en lo que dure el año y terminar de pulir el sonido a la par que se deciden por alguna discográfica.
¿Qué es lo mejor del trabajo del músico? “Más que un trabajo es una resistencia… Igual más allá de que capaz no tengas la mejor vida del mundo, se puede vivir de ella y depende mucho de cómo te lo tomes, por ahí pasarte la vida tocando es un plus que está muy bueno. Es como una terapia y al mismo tiempo sabes que haciendo una canción que a alguien le gusta, estás generando algo bueno en esa persona y eso es algo que siempre suma”
PING-PONG
A dónde van los sonidos… al bolso de dios || El súper-poder de la música… poder comunicarse con las ballenas a través del sonido de mi voz || Qué esperan de la música… Que no se pudra mucho más || Una máxima a la hora de pensarse como banda… no la tenemos pensada, dejamos que fluya y vemos || Una letra de canción sin terminar dice… si no te veo en el chat me olvido de vos.
Cintia Scotch son: Lucas Garzón (bajo), Pancho Valdés (voz), Facundo Gentile (batería), Federico Casanova (guitarra) y Berthex (teclados).
Acá podés escucharlos: Cintia Scotch EP
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