El lugar, Milveintiuno. Un frente colorido. En la puerta, una cabeza de maniquí femenino cuyo cabello se cubre de extremidades inferiores de juguetes. Un fenómeno casi gracioso, infantil, de ensueño. No podía ser otra cosa que la muestra de SilviodePlástico. Mientras que Campari sirve a los invitados y nos conecta en una misma sintonía artística. Los cuadros se disponen en las paredes y es imposible no detenerse. ¡Bienvenido sea el placer de detenerse y observar! De sentir, y dejar sentir. Los sentidos se encienden y nos vinculan, es casi seguro que a todos nos recorren los mismos recuerdos: los pasados.
El riocuartense Silvio Bondolich es una combinación especial: artista y peluquero. Su forma de hablar es apacible y directa, como sus obras. Silvio agitador plástico nace hace diez años, en una acumulación de objetos. “Hago lo que sugiere el material, no planifico, ni hago boceto, por ahora nada está planificado”. Sus obras denotan esa espontaneidad y dan un golpe de frescura que asusta. Una mezcla absurda de extremidades, cabezas, autitos, canicas y otros tantos materiales. Nos pierden y nos encuentran. Dilucidar su originalidad y el colorido de las obras, sin dudas sugiere una buena dosis de infancia. Mirar alrededor y llenarse de visiones presentes y pasadas. De pronto la mente se inunda de reglas lúdicas: la Barbie, los autitos, las pistas de carrera, los juegos de canicas en el recreo. Todos esos materiales haciéndose uno en sí mismo. Fiel muestra de una compilación de recuerdos manoseados y recargado de juguetes, materiales reciclables, basura, chips. Todos conjugados, ensamblados, creando un mundo nuevo, diferente y de antaño.
Fotos esxclusivas de Carlos Mux para AY MAG[nggallery id=265]
“Me parece mucho más fiel la expresión de un artista cuando es parte de lo cotidiano y tiene una función social. Entonces la lectura de la obra de la gente es más fácil. SilviodePlástico es mi parte artística y mi parte social es la peluquería”, aclara. Además sostiene que lo cotidiano y lo coloquial hacen al arte o por lo menos a la porción que a él le toca. La muestra enseguida provoca ganas de colaborar, de aportar, de ver los objetos propios ensamblados de tal modo que logren la culminación en una obra artística. Somos muchos en esa sintonía.
¿Podemos donar objetos para las obras de Silvio? Sí, podemos. Silvio Bondolich hace arte para la gente. Podemos donar juguetes viejos, basura, plásticos a su peluquería, Casco pelookeadores (Ituzaingó 670, Nueva Córdoba).
El futuro de Silvio Bondolich no parece ser menos prometedor. Está interesado en implicar empresas que se sumen a su iniciativa y que donen objetos para contribuir a sus realizaciones.
Próximamente: El 20/03 en la Casona Municipal (Av. Gral Paz esquina La Rioja) con su obra El acumulador donde va a deleitarnos con cuadros grandes que reflejan sus palabras: “Más que un artista yo pienso que soy un acumulador”.
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