Las cordobesas Ana Martínez Carranza y Carolina Sedran crearon Hotel Chelsea Bags, su propia marca de mochilas, carteras, sobres y bolsas. El interés por la moda y el arte, las impulsaron al atrevimiento luego de egresar de la Carrera de Diseño Industrial (UNC). «Nos complementamos y se produce sinergia, confiamos plenamente en el criterio de la otra, tanto estético como logístico. Así es más fácil y productivo el método de trabajo, cualquier decisión que se tome está respaldada por el equipo», sostiene Ana. Además, las diseñadoras aseguran que la observación permanente es un vicio que les quedó de la carrera universitaria, y que la idea de diseñar accesorios nace en el año 2012 de las ganas de proponer algo diferente y exclusivo a nivel local.
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¿Qué acaban de lanzar? Una edición limitada en blanco y negro: monocroma.
«Lo que nos diferencia es que cada modelo es único, no repetimos combinaciones, excepto los lisos básicos. Superponemos los materiales de forma tal que no haya un producto igual a otro. Por lo cual, cada clienta puede elegir la combinación según su propio estilo. La estrategia para escalar la producción va a estar regida por ese principio», dice Carolina.
Las Chelsea Bags se pensaron, desde su tipología, para cumplir una función específica y se buscaron formatos que no hay en el mercado actual. Es decir, son pocas las marcas de marroquinería que desarrollan mochilas o sobres, accesorios que son tendencia en los blogs de moda de las capitales europeas y el mundo.
Fetiche atemporal
Sin encasillamientos, la colección Chelsea Bags propone modelos lisos y combinados en una paleta de colores amplia. La superposición de materiales y texturas que usualmente no se mezclan definen el sello de la marca, ya que utilizan cuero de vaca liso, símil cocodrilo, reptil, víbora y pescado. Esos materiales son combinados con telas texturadas y, también, en los interiores (forros) se disponen diversas telas con estampas. Vale destacar que otro elemento diferenciador, debido a la oferta reducida, son los apliques y herrajes vintage, que las diseñadoras recuperaron de antiguas fábricas.
Así el resultado presenta piezas muy versátiles, que se adaptan al eclecticismo de la moda contemporánea y, por ende, a cada ocasión. Las protagonistas son las mochilas, vienen en tres modelos: Janis, Edie y Satchel (ésta última es mochila y cartera) y varían en su diseño y tamaño. Las mochilas se pensaron para todo andar, por su capacidad y comodidad van a la facultad o al trabajo. Pero, al ser de cuero, también se adaptan a perfectamente a situaciones casuales de noche.
Por su lado, la mini valija es una cartera de pequeño formato que, junto con los sobres, está pensada para eventos nocturnos. Y, finalmente, las bolsas combinadas en telas estampadas y cuero pretenden sustituir a la bolsa de compras o la que generalmente se utiliza para cargar libros y trasladar cosas, sin perder el estilo.
Ana y Carolina dicen que la manera más efectiva de generar variantes es no temerle a la sobrecarga de texturas en un solo objeto, pues eso lo hace especial. «Los Chelsea son personas que saben leer el guiño de la moda, que crean tendencia, tienen perfiles muy marcados, saben lo que quieren. Muy curiosas, gustosas por el arte, la moda, la música y el diseño. Exigentes, ya que buscan encontrar un trasfondo conceptual y contundente a la hora de consumir».
Nota publicada originalmente en VOS.
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