Empieza agosto y en Dinamarca se acerca uno de los eventos más esperados por la industria de la moda de los países nórdicos. Se trata de la Semana de la Moda en Copenhague, que se convirtió en una alternativa al circuito más tradicional de Europa. Allí se presentarán las colecciones Primavera Verano 2022 de las principales marcas de indumentaria de la región, con shows presenciales, transmisiones digitales y ferias de diseño escandinavo.
La característica de este encuentro es el enfoque sostenible promovido desde el 2020 con un plan de acción concreto, diseñado no sólo para orientar su trabajo en los años venideros, si no también para impulsar a la industria a acelerar sus esfuerzos de sostenibilidad.
Pero, ¿cómo llevar adelante la propuesta? Considerando la cantidad de recursos que se destinan a la producción de la fashion week, la organización del evento aspira a ser ‘residuo cero’ mediante la reutilización, el reciclaje y la prohibición de productos de un solo uso.
A su vez, en los próximos dos años intentará reducir su huella de carbono en un 50%, y así minimizar su impacto climático. Con respecto a sus acuerdos comerciales, desarrolló un código de conducta para proveedores y patrocinadores.
Esta temporada el CPHFW se llevará a cabo del 10 al 13 de agosto en un formato híbrido, que contará con shows presenciales, transmisiones digitales, ferias, eventos, charlas y entrevistas. Todo bajo las medidas de seguridad y las recomendaciones de las autoridades en relación al Covid-19, según lo anunciado por los organizadores.
Desde AY MAG estaremos cubriendo día por día a través de Instagram vía Florencia Unrein.
Influir en la industria
El evento bianual, que se realiza en los meses de febrero y agosto, representa un potencial para la industria y, en consecuencia, la gestión actual intenta marcar agenda e influir sobre las marcas que lo integran. Para ello, lanzó los requisitos de sostenibilidad, que entrarán en vigencia a partir de 2023, con un sistema de puntaje que permitirá medir los esfuerzos ecológicos de las marcas, y que las habilitará a presentarse en el calendario oficial.
Las marcas podrán ganar puntos basándose en seis áreas de un enfoque holístico para medir toda la cadena de valor. Estas son: la dirección estratégica, las prácticas de diseño, la elección de materiales, las condiciones de trabajo, la participación del consumidor y la producción de los espectáculos.
Además, con el objetivo de que la sustentabilidad ocupe un eje central, las marcas deberán cumplir con 17 estándares mínimos. Entre ellos, la reutilización de la ropa no vendida; el uso de textiles certificados como orgánicos, de upcycling o reciclados en todas sus colecciones; y envases de diseños ecológicos.
De esta forma, el CPHFW promueve prácticas comerciales más responsables y compromete a una de las industrias más contaminantes del mundo a replantear sus estrategias e impulsar sus estándares sostenibles.
La buena noticia, respecto al sistema de puntos mínimos, fue la recepción por parte de las empresas, que han adoptado rápidamente el marco, reconociendo su impacto sobre el planeta. “Tenemos la responsabilidad y el potencial de crear un cambio en la industria en general», dijo Cecilie Thorsmark, directora ejecutiva de la Semana de la Moda en Copenhague.
Al mismo tiempo, el encuentro tiene como aspiración dar el ejemplo y que otras fashion weeks se animen a promover la sostenibilidad. “Si queremos repercutir a nivel global, no debería ser solo cosa de la Copenhagen Fashion Week”, añade Thorsmark.