Invadieron la ciudad con un aliento fresco. Les Mentettes llegaron para sacudir el letargo de los días fríos y dar paso al calor que nos catapulta hacia afuera: ahí donde pasan las cosas.
Casa Babylon fue la sede de una fecha frenética que comenzó con los Detonantes apoderándose del escenario con la fiereza de la juventud y el desenfado de unas guitarras siderales. Luego de esta inyección de sonidos, la Casa quedó vibrante y suspendida en el tiempo-espacio: los telones anunciaban que ellos estaban a punto de llegar. La banda de Adrián Rivoira y Eugenia Brusa pisaba por primera vez suelo cordobés y la ciudad estaba hace tiempo preparada para su llegada. Los cordobeses aplaudieron, bailaron, inventaron cantos de aliento y se divirtieron como buenos anfitriones.
Espontáneos y aún sin un norte claro, Eugenia y Adrián inician una búsqueda del tesoro que los lleva a inventar The Mentitas: el nombre de una carpeta en una computadora donde guardaban los primeros archivos experimentales. A través de las mutaciones y las exploraciones sonoras, comenzaron a habitar un nuevo lugar llamado Les Mentettes. Decir que una banda es difícil de encasillar y escapa a los rótulos, es un cliché, pero en Les Mentettes cobra un renovado sentido de unicidad. Los sonidos orgánicos se fusionan con los sintéticos, el registro vocal de Eugenia dialoga con el de Adrián dando forma a composiciones prolijas y transparentes dando forma aun estilo inédito, sui generis.
Esquivando los lugares comunes, la banda coquetea con el folk, un espíritu experimental, el alma de una pequeña orquesta y firmes incursiones en las tierras de la electrónica. Pero todo lo anterior, podría bien definir a un puñado de otras agrupaciones musicales. Sin embargo, Les Mentettes tiene un último ingrediente (no tan) secreto que hace de su arte una propuesta bien distinta: el idioma como el hilo conductor y el elemento fundante a la hora de componer. Si pensamos rápidamente en un espectro contenido entre Suzanne o Between Ones And Zeros, mucho de ese innegable tinte pegadizo, proviene del uso del inglés.
Este año, el retorno a su idioma nativo supuso un desafío y un gran riesgo que supieron afrontar, atravesar, superar y convertirlo en una conquista. Cantarlos en castellano es toda una experiencia que comienza con un poco de extrañeza, pero en cuanto vamos entrando en confianza, corear las canciones en nuestro idioma se convierte en un campo de fuerza de cuya inercia es imposible zafar.
Con una puesta monocromátia y minimalista, dominada por un juego de luces enérgico y potente, Les Mentettes se despidieron de las tablas de Casa Babylon. El viernes es largo y la noche continuaba dando paso a She Teiks junto a Gabi Beltramino con un set para seguir bailando.
¿Pop? ¿Rock glam? ¿Indie Electro Pop? ¿Influencias de Bowie? ¿Folk? Sobran las etiquetas, enamorando corazones, moviendo cuerpos y colmándonos de frescura: ellos son Les Mentettes.
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